Nunca me acostumbre a hablarte, al fin, sin cartones, envases de colores, canciones o trozos de ellas, dibujos o frases, tapas de libros, mensajes ocultos, rayas de colores o hablarte...con ese tan solo existir y vivir, con ese tan solo amaré tu locura eternamente y en deshilvanarme me he bancado un millón de veces el infierno, nunca acostumbré a hablarte en completo, siempre en mosaico, mis mensajes en los canales se difuminaban a colores impensables, más bien distantes de nuestra configuración...pues, este invierno, que se avecina no me disgusta tanto por sus botas, lo aborrezco más bien por el deseo que amarrado a mis pies se vuelve una bestia magnífica, que desgasta y tiembla. Estoy inquieta en este traje, me ha quedado grande todo cuanto me han regalado últimamente, si de ropajes te hablo.
plp