Venid y leed...

Los Animales

Los Animales, sin duda, sus jaulas les daban ese cariz tétrico, la cualidad del prisionero los hacia apetecibles a los residentes de aquel pueblucho… ¿Cuánto tiempo han estado aquí? Los Animales se veían viejos, lerdos, de miradas tristes, sin ganas de probar bocado, de piel reseca vestían aquel día en que pase por ese ínfimo y cruel Zoo , al norte de todas las tierras se tejían crueles espacios, la tortura de inocentes, quizá simbolizaba una especie de revancha terrible con el propio sistema de vida, esto de ir de un lugar a otro sin sentido, de acaparar riquezas en lugares, de morir sin saber cual era el propósito final, procrearse y aparearse sin desembocar a la tierra.

Zara Bahdí

Ataúd

Como describir el olor y la textura de ciertas paredes viejas, rodeando los instantes, las gatas maullando, los perros enanos lamiendo los pies de los visitantes, las ebrias estatuas de la calle del Mar, los arroyos de tiempo recordándome: Queda poco tiempo para largarse, siempre es poco el tiempo para todo. Beso su frente, beso su espalda mía, beso nuestro libro y por fin beso el ataúd y me desvelo infinitamente.




Zara?

Estético

Una vieja deja sus palabras sobre mi apuro, camino por calle Estado, afuera de una farmacia se encuentra ella con una guitarra semi – añeja cuelga su vida en los hilos de melodía que logra arrojar por la boca, la vida de la vieja colgada como ropa en el cordel desteñido de su vida, la mirada de un yo reprimido a observar fotografías horrendas y apreciar su belleza, su triste belleza, yo y mi mente como una gran muralla: Aquí no se admiten lo feo!!!

Zara

Papeles!!!

Zambullida en una piscina de papeles impresos, el ejercito asesino de clips, corcheteras, perforadoras, teléfonos y teclas de diversos objetos arremete contra mi. ¿Qué proceso de creación existe en este lugar? ¿Parece que no es necesario activar los procesos cognitivos? NO! Nada por crear, nada, nadie, no. En la oficina queda la muerta...

Zara y el escritorio de windows