sábado, 22 de noviembre de 2008

Idilio Post Mortem




Le escucho.
Descifro en el silencio de mi cuerpo,
El luto infame que cubre mis caderas,
Mi vientre poblado de tumbas,
Cruces como estandartes coronan la necrópolis,
Me despierto abruptamente,
Practicando la necrofilia voraz, amarga, eterna,
Sexo entre muertos,
Baile de fermentos y larvas corrompidas,

Y muero otra vez,
Igualmente muero, entre tus cadavéricas manos,
Sobre el difunto que más he llorado,
Cubierta de brunos ropajes,
Orgásmica, perpetua…

Los féretros acuosos,
Admiten nuestra danza genital,
Los roces, se nos desprende la piel,
Te adoro, te deseo,
Mientras nuestros armazones se derrumban,
Mientras nos envuelve el orgasmo más eterno,

Y tus labios no están carnosos y rojos,

Me desarma la muerte,
Sin antes sucumbir al placer de amarte,

Este es el deseo inmenso de mi cadáver ya vejado por el tiempo,
Mi cuerpo extraño se quedo callado,
Se quedo en tus gritos, tu clímax,
Se quedo mirando tu agonía,
Se durmió pensando que eras eterno.

Somos tierra y hierro…

Zara Bahdí






lunes, 10 de noviembre de 2008




28 de Marzo de 1941


Querido,

estoy segura de que, de nuevo, me vuelvo loca. Creo que no puedo superar otra de aquellas terribles temporadas. No voy a curarme en esta ocasión. He empezado a oír voces y no me puedo concentrar. Por lo tanto, estoy haciendo lo que me parece mejor. Tu me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todo momento todo lo que uno puede ser. No creo que dos personas hayan sido más felices hasta el momento en que sobrevino esta terrible enfermedad. No puedo luchar por más tiempo. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y lo harás, lo sé. Te das cuenta, ni siquiera puedo escribir esto correctamente. No puedo leer. Cuanto te quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte... todo el mundo lo sabe. Si alguien podía salvarme, hubieras sido tu. No queda nada en mí salvo la certidumbre de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que nosotros hemos sido.



Virginia Woolf a Leonard Woolf(Carta escrita por Virginia Woolf a su marido Leonard, momentos antes de ahogarse intencionadamente en el río Ouse)
Zara, el amor y la muerte...



viernes, 7 de noviembre de 2008

lepetitprince



























¿POR QUÉ LAS biografías de escritores, poetas o cualquier persona? HABLAN de todo menos del individuo como tal, como mucho publican referencias de su fecha de nacimiento, lugar donde residió, fechas, trabajos en los que se desempeño, hechos que se sucedían mientras la persona vivía en uno u otro lugar, gobierno de turno, modas, corrientes, estilos, tragedias, mas no hablan de la persona en si, POR EJEMPLO: a cierta persona (x individuo) le gustaba la leche de chocolate, la verdad sus amigos lo querían mucho o era un pelmazo hedonista, le gustaba mirar tal o cual cosa. O PASA TAMBIÉN que algunas biografías se deshacen en criticar a las criticas que se len han hecho a la obra de un artista o de emitir juicios a partir de criticas ¿Quienes son los críticos? Creo que todo esto coincide con lo que me dijo El Principito (Antoine Saint-Exupéry) desde su libro a mi niñez, cito el párrafo a continuación, creo que tiene bastante que ver: “A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle.” (Capítulo IV.)
Zara y el asteroide